Cómo sobrevivir a...los exámenes.

Hay dos tipos de exámenes, los que apruebas y los que no los que cuando los terminas te quitas un peso de encima y acabas happy happy (y luego si has aprobado ya ni te cuento), y los que son como el de lengua que hice yo el otro día. De esos que cuando los terminas ya no sabes ni cómo te llamas ni cuántos dedos ves (que yo no sabía si me llamaba Lea o me llamaba Bécquer). De esos que cuando los terminas estás tan nerviosa que podrías dar la vuelta al mundo a pie en un solo día.

Si un examen se supone que es para comprobar que te lo sabes, ¿por qué leches ponen un examen larguísimo, en el que te lo sabes todo a la perfección, pero el problema es que no lo puedes escribir todo, porque no te da tiempo?Si es que luego encima que me digan que el ejercicio del Romanticismo no está completo (Que no te pregunta los autores románticos, o la poesía romántica, o las obras importantes, no, es EL ROMANTICISMO), que vuelo el instituto.

Si es que eso está hecho para que suspendamos. Se puede preguntar lo mismo, pero con preguntas más cortas. Así que lo siento, profe, pero ya no te ajunto. Que yo, porque me lo venía venir, y empecé a escribir rápido desde el principio, y conseguí acabarlo (pero ya ves tú cómo lo acabé). ¿A esa velocidad cómo voy a escribir algo en condiciones?Y es que ese momento, con tantos nervios, no puedes pensar, que quedan 35 segundos para que toque y pierdes 30 en decidir si estuve se escribe b o con v. QUE EL CASO ES QUE LO SABES, pero en ese estado mental, ya dudas de cualquier cosa.  Por eso, cuando me quedaban 5 segundos y dos ejercicios me dije: ESTO A MÍ NO ME LO QUITA NADIE. Y aunque toque la sirena yo paso, y si la maestra lleva un buen rato pidiéndome el examen también. En ese momento con lo acelerada que estaba, si viene la profesora a la mesa a quitarme la hoja es que le acabo mordiendo la mano.

Por cierto, si véis que cometo alguna falta ortográfica, tened en cuenta que al escribir rápido no me doy cuenta, que yo no soy de escribir con portátil, que lo mío es el boli de toda la vida, que la b está al lado de la v y la n al lado de la m. Alguna una vez he cometido una alguna falta y la he corregido. No es que no sepa escribir, lo hago sin querer, luego lo releo, me doy cuenta y lo cambio. No me lo tengáis en cuenta, ¿vale?

Total, que los exámenes son una porquería. Que dos días después, todavía me dura la mala leche. Pero bueno, ya me he desahogado.

Adiós (Algún día encontraré una forma de despedirme más original, tiempo al tiempo).

Lea Eleniak