Carpe jugulum (Terry Pratchett)
Mundodisco #23
Hay muchas clases de vampiros. De hecho, se dice que hay tantas clases de vampiros como tipos de enfermedades. En Ghat creen en las sandía vampiros, aunque el folclore guarda silencio sobre qué es lo que se cree sobre las sandías vampiros. Posiblemente te vuelvan el chupetón. [...] Los vampiros no son criaturas con tendencia a cooperar entre ellas. De hecho, la situación ideal para un vampiros un mundo donde a todos los demás vampiros los han matado y ya nadie crea en serio en los vampiros. Su naturaleza es tan dada a cooperar como la de los tiburones. Los vampyros son exactamente iguales, con la única diferencia real de que hacen faltas de ortografía.
Para empezar, la primera impresión que me ha dado el Mundodisco, ese lugar sostenido por cuatro elefantes y una tortuga tan grande como el mundo, es de ser un lugar muy grande y muy pequeño a la vez. Me explico: TARDIS, la palabra es TARDIS es un lugar colosal, con muchísimos reinos, todos muy diferentes entre sí; pero a la vez estos reinos son minúsculos, incomunicados y campestres. Lo mismo puedes encontrarte a un rey dirigiendo un reino que ordeñando una vaca.
Carpe Jugulum es una parodia pantagruélica hacia todo. Es un libro de aventuras y de humor, pero a la vez tiene deslumbrantes reflexiones sobre el feudalismo, la lucha violenta entre religiones, el sacrificio... Y su forma de criticar todo esto es defendiéndolo, lo que lo hace más complejo y bastante atrayente. Lo defiende con tanto ardor que saltan chispas. Es una sátira punzante como la picadura de un mosquito a veces, pero agresiva y profunda como el mordisco de un vampiro en otras. Elogia la tradición, y hace varios guiños a la literatura y al cine clásico de terror. Incluso hay una pequeña y simpática parodia de los libros crepusculinos, pero ya más sutil. Sir Terry incluso reinventa el mito del ave Fénix.
Luego está su universalmente conocido y peculiar sentido del humor, que a mí se me antoja dulce, de lógica infantil y pequeño. Exactamente igual que sus personajes. Nos situamos de nuevo en Lancre, en un valle situado en el borde del mundo, madre de los mayores magos y brujas que la civilización ha visto. Este es el reino en el que viven las tres increíbles brujas creadas por Sir Terry. Unos personajes perfectos, unas brujas fuertes y heroicas, a las que no les pasan cosas porque son ellas las que le pasan a la gente. Siendo tan geniales así, no me quiero ni imaginar lo fantásticas que hubieran sido en el papel de malvadas. Adoro a Tata Ogg, con su mal genio, su amor al coñac y sus continuas bromas y alusiones sexuales. Me gustó Perdita, pícara, inteligente y cruel, casi mi favorita. Me agradó incluso Agnes. Y qué puedo decir de la siempre constante Yaya Ceravieja, poderosa, cabezona y con un gran sentido dramático.
No es un libro sobresaliente para nada, no tiene un argumento expectacular, pero hay elementos que lo hacen memorable. El principio se hace un poco cuesta arriba, y el ritmo no mejora hasta la última mitad. Entretiene de sobra, tiene acción en los momentos justos y aunque el final es el esperado, el camino hace que tampoco importe mucho.
1 comentario:
Este autor lo quiero probar hace tiempos ^W^ pero por el principio tengo que empezar xD
Publicar un comentario